- Detalles
- Visitas: 197
Todos hemos oído las historias que se cuentan a los niños (o en las películas de antena tres de los sábados por la tarde) que si deseas algo con muchas ganas lo conseguirás.
Nosotros llevamos casi un mes desde aquella salida en Aralar en la que llegamos hasta un lago con una pequeña ventana, y apretando los dientes para poder volver, pero unas veces por el clima, otras por falta de gente no lo habíamos conseguido.
Finalmente, el sábado ocurrió. Había lluvia de estrellas, conjunciones, …, que sé yo!
Y nos juntábamos 5 personas (para nosotros ya es una multitud, pero necesaria para llevar todo el material). ¿Qué podía salir mal?
La sierra nos esperaba con algo de nieve, pero se podía llegar bien hasta la boca. El problema del acceso no fue la nieve, pero como decía Ende: “esa es otra historia y merece ser contada en otra ocasión”.
Una vez en la boca el plan era sencillo: dos personas preparadas se van al lago y pasan el sifón y lo que haya detrás, el resto calibramos y vamos haciendo la topo. Así que dicho y hecho, los dos anfibios se adelantan (con la pinta más bien ridícula que da ponerse un neopreno en el que no has entrado desde el día de la comunión (y, obviamente, no cierra) y la otra con un traje seco "Made in San Petersburgo" que la hacía parecer el muñeco de la Michelin).
Pero van, y cumplen. Pasaron el sifón y exploraron lo que había al otro lado; es decir, cuatro metros más. ¡Plof!
Mientras nosotros llegamos después de calibrar y nos encontramos el percal. Vaya bajón!
Pero nada, otra vez será. Comenzamos la topo, bajamos algún pozo que había por el camino.
Y vamos saliendo para la calle. Falta una escalada que se le ve muuuuuuy laaaaaarga y una ventana en el pozo de entrada, peeeero, lo que decía antes Ende: eso merecerá otra historia.
Y ya en la calle, de noche, a siete bajo cero (según el termómetro del coche cuando llegamos), me viene a la cabeza una frase del bueno de Jesús Cañadas ("Los nombres muertos"): “La nieve no es blanca en este paraje, sino de un gris sucio, el color de los sueños que no se cumplen”.
Participantes: Ainhoa y Txiki como batracios, Jon, Torra y Jaime de comparsa.
- Detalles
- Visitas: 258
Este fin de semana volvemos a tener doble salida, el sábado espeleo y el domingo a prospectar, así que finde completo de nuevo.
No sé cual será la frase que más se repite en el resto de grupos de espeleo, pero yo tengo claro cuál es la frase que más he escuchado desde que llevaba pañales hasta ahora…. "Hoy pinchamos en el colector de Aralar!!!"
Así que con esa frase nos bajamos del coche totalmente ilusionados, optimistas y preparados para chupar frio, ya que una helada preciosa nos espera en Aralar.
La principal idea era hacer dos grupos y seguir con nuestra tarea habitual de ir de calcetín en calcetín y tiro porque me toca… pero parece que el año nuevo nos espera con buenas noticias.
Llegamos todos juntos a la sima, una gran boca nos espera, con un amplio pozo y después de ver cuánto canta, la fría mañana se convierte en un subidón que nos quita el frío rápido, así que manos a la obra.
Bajamos un gran pozo de unos 50m y una bonita galería con formaciones se abre ante nuestros ojos. Esto está pasando de verdad?? Algún que otro pellizco nos dimos para ver si estábamos soñando.
Otro pozo, otro más, formaciones, coladas, galería grande, pero esto qué es?! Y lo mejor de todo, no hay barro!!
Después de un último pozo llegamos a un lago, entre formaciones y coladas vemos que continúa después de un paso bajo, así que con muchísima ilusión hacemos planes para volver con traje seco a pasar al otro lado.
Levitando e ilusionados salimos para la calle, una fría noche nos espera en Aralar pero lo único que se escucha es:
- ¡¡Esta vez sí!! ¡¡Pinchamos en el colector!!
Habrá qué ver si lo que todos estamos pensando es cierto, pero mientras dejaremos volar nuestra imaginación.
El domingo después del subidon algunos repiten salida, pero esta vez toca un poco de prospección.
Damos un bonito paseo con zonas completamente heladas pero con un sol que invita a pasear.
Nuestras labores de prospección dan sus frutos y con 6 nuevas cavidades nos marchamos para casa felices, con buen sabor de boca y ansiosos por ver que nos depara el futuro.
Participantes:
Sábado: Mikel, Benja, Jon Arrieta y Ainhoa.
Domingo: Koldo, Maite, Jaime, Jon Arrieta y Ainhoa.
- Detalles
- Visitas: 168
Comenzamos año nuevo después del parón navideño de la mejor manera.
Damos un pequeño descanso a Larrazpil pero no nos alejamos mucho. Seguimos explorando y prospectando por Aralar.
El tiempo no acompaña así que nos pertrechamos de todos lo necesario: capa de agua, paraguas, bien de ropa (que hace rasca) y ¡tira!, como las cabras nos vamos para el monte.
Y la verdad es que nos sale bastante bien: revisamos una cavidad antigua y notamos cierta corriente de aire, una sima-calcetín nueva que se suma a la colección,
una cueva horizontal también nueva que tiene buena pinta,
y localizamos otra cavidad del Catálogo que teníamos perdida. ¡Que más se puede pedir!
Si esto es un augurio de lo que será el año vamos bien.
Participantes: Ainhoa, Arrieta y Jaime.
- Detalles
- Visitas: 138
Queríamos que Olentzero nos hubiera traído el final del trabajo en Larrazpil. Pero no ha sido así, de modo que vamos otro finde completo a currar para ver si los Reyes son más generosos.
Así que, cargamos una vez mas los petates y, en el último finde del año nos volvemos a meter a fondo (aunque no muy a fondo) en la exploración de cuevas. Hay que aprovechar que sólo hemos comido la mitad de los turrones de la temporada y, visto lo visto, lo mismo en enero no podemos pasar por ciertos estrechos.
Tiramos de fondo de armario y, para el sábado, liamos a Txiki que las últimas veces le hemos visto con ganas. Le decimos lo mismo de siempre: la sima es amplia, no hay cuestas para acceder a ella, parece que sigue, …. un clásico (y vuelve a picar, si es que...).
Y la verdad es que cumple, hacemos un par de calcetines y por fin una que sí sigue, aunque casi hubiéramos preferido que no siguiera, meandro estrecho (en algunos puntos muy estrecho) que pone a cada uno en su sitio: “te has excedido en Nochebuena, pues no pasas”.
Finalmente llegamos a un punto que ni sin catar turrón pasamos así que… a por el siguiente.
En total cuatro cavidades revisadas y topografiadas.
El domingo nos volcamos más con la juventud y se viene con nosotros Jon. Y damos gracias a quien haga falta porque, por el pozo que hace unas semanas no pasamos, él se escurre como una lagartija. Otro calcetín. Pero no desistimos y vamos a por el siguiente que resulta un poco mas panty que calcetín y es un poquito más largo.
Con esto cumplimos con el 2024, el año que viene ya se verá que pasa.
Urte berri on!!!
Participantes:
Sábado: Ainhoa, Txiki y Jaime.
Domingo: Ainhoa, Jon y Jaime.
- Detalles
- Visitas: 235
Esta vez toca madrugar a los de Pamplona ya que Jon tiene preparada una salida en Urdazubi. Como llevamos meses haciéndole madrugar a él, pues esta vez haremos un esfuerzo para madrugar nosotros.
Al principio del verano nos juntamos para explorar una sima que habían encontrado la sección del grupo que anda por la muga, y dejamos cosas pendientes, entre otras un ramal ascendente que continuaba pero no pudimos terminar su exploración. Así que tarea para Jon, buscar otra entrada (sin estrecheces, que nos conocemos!!).
Bueno pues las labores de rastreator dieron sus frutos, encontró un agujero a pocos metros que soplaba, toma!! Pero… siempre hay un pero… hay que ampliar la boca con una azada ainssss mira que habíamos dicho sin estrechez!!
Así que nada, ansiosos por ver si conectamos con la otra sima nos echamos el material a la espalda y para el agujero. Ampliamos el agujero, un destrepe, otro destrepe, un poco de barro por aquí, y… toda nuestra alegría acaba en un colapso de barro y piedras a escasos metros de la calle, otra vez será.
Parece que el aire circula por una pequeña grieta así que un poco desilusionados, decimos que es pronto todavía y prospectamos por la zona. Que como siempre es un pincharral y con las espaldas cargadas para bajar al infierno, como nos gusta pasear el material!!
Pero hoy no es el día, no encontramos nada y unos truenos nos sorprenden, toca correr al coche antes de que nos pille la tormenta.
Como ilusión no nos falta y nos encanta pasar miserias, habrá que volver y remontar el ramal, así que cuidadito con las comidas navideñas que luego no entramos por los estrechos!!
Participantes: Ainhoa y Jon
- Detalles
- Visitas: 210
Después de varias semanas pegados a los pronósticos de la AEMET y comprobando que no hay una gota de lluvia, la esperanza de volver a Akullu para topografiar el fondo de la sima crece conforme pasan los días. Está todo preparado: material, ¡sí!, espeleos ¡sí!, disto calibrado ¡sí!, ganas de pasar frío ¡por supuesto!
Empieza la semana y un cambio drástico de tiempo se asoma en los diferentes modelos predictivos. Aun así, no perdemos la esperanza, han sido varias semanas sin lluvia y no creemos que en un día se llene la cueva. Jajaja, todo un clásico, autoengañarse para no asumir la realidad.
Como no podía ser de otra manera, el viernes diluvio universal, y el sábado temporal de lluvia y nieve.
Nada más llegar vemos lo que intuíamos: un chorro de agua se escurre por la boca del sumidero, nos vienen enseguida a la cabeza la imagen de los pozos regados en todo su esplendor.
Con la moral por los suelos, nos acordamos de otra vaguada que hace contacto en las mismas calizas de Akullu, medio kilómetro al este. Hace varios años que lo miramos pero no encontramos acceso ninguno, aire, nada.
Conforme nos acercamos, vemos la vaguada cargada de agua entre las hojas, con pérdidas por pequeños agujeros. Llegamos y nos encontramos con el torrente cayendo fuertemente en el fondo, donde… ¡VOILÀ! ¡Se ha destaponado y podemos ver como el agua se sume por un meandro! rápidamente nos escurrimos por el sumidero. La imaginación empieza a funcionar y ya vemos otro sumidero como Akullu o la entrada a un sistema.
La exploración tendrá que esperar, el agua cae directamente y la entrada es arrastrada.
Aquí poco se puede hacer, así que nos movemos al plan B, vamos al siguiente valle dirección Burgui para revisar un nacedero que descubrimos en carga hace ya unos años con una fuerte corriente de aire. Por los topónimos de la zona creemos que será la Fuente de Uturrusina, que en eventos de fuertes lluvias rebosa un fuerte caudal, se encuentra a unos 5m por encima del río Esca.
Desde la Cueva del Moro se desciende entre una densa vegetación hasta la boca, una fractura en la pared que parece seguir una diaclasa. Hoy aspira fuertemente a diferencia del verano que sopla. La parte alta de la fractura da con un tubo de unos 10 m hasta la ventana donde hay que forzar, ya hemos estado anteriormente y falta poco para poder pasar, detrás se adivina un meandro. Visto desde la ventana parece amplio, pero nada más pasar se convierte en un arrastradero de unos 5m de largo. Llegamos con mucha penuria hasta el final y se vuelve a cerrar, siendo necesario una desobstrucción. Con lo estrecho y precario que es lo damos por finalizado, habrá que prospectar en el exterior otra entrada.
Y aquí finalizamos el día con desilusiones, sorpresas y cerrando incógnitas.
Participantes: Torra y Benja.